lunes, 8 de diciembre de 2008

Bibliografia

Bibliografía

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Rodriguez Campoy, J. (03 de Junio de 2007). http://www.congresoretosyexpectativas.udg.mx/Congreso%206/Eje%201/Ponencia_11.pdf. Recuperado el 26 de Mayo de 2008, de http://www.congresoretosyexpectativas.udg.mx/

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Tünnermann Bernheim, C. (2003). La Universdidad ante los retos del Siglo XXI. Mexico: Ediciones de la Universidad Autónoma de Yucatán.

UNESCO. (2005). Hacia las Sociedades del Conocimiento. Francia: Ediciones UNESCO.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Tuning America Latina


Libro: La educación encierra un tesoro de Jaques Delors


Libro: Hacia las sociedades del conocimiento de la unesco



Autores:
Elizabeth Carolina Jimenez Perez
Lauro Gutierrez Castro
Fabiola Margarita Ramirez Ramirez
Jazmin Guadalupe Galindo Limon
“La mayor desgracia que
Le ha sucedido al hombre ha sido
La invención de la imprenta.
La imprenta ha destruido la educación”
Benjamín Disraeli

Sistematización de la educación parte 2

Sistemas y sistematización

Llámese sistema a un conjunto de elementos interrelacionados y organizados de acuerdo con ciertas necesidades, para el logro de un fin. Toda acción humana puede ser organizada como un sistema. La planificación es una acción continua sujeta a permanente crítica, a través de la información de retorno, la planificación tendrá en cuenta las posibilidades pero nunca perderá de vista el acicate de las necesidades, sin hipotecar el porvenir, se fijara en el aspecto cuantitativo sin olvidar el cualitativo.

Para sistematizar una acción deberán seguir los siguientes pasos:

  1. Identificación de problemas y necesidades
  2. Determinación de metas y objetivos
  3. Proposición y selección de alternativas
  4. Selección de estrategias
  5. Realización de la acción planteada
  6. Control y evaluación
  7. Revisión del sistema

Es un hecho comprobado que el mundo de nuestros días se caracteriza por sus cambios acelerados. Una serie de factores generales, tales como la globalización, el impacto de las tecnologías de la información y comunicación, la administración del conocimiento y las necesidades de patrocinar de patrocinar y gestionar la diversidad hacen necesario un entorno educativo significativamente diferente y obligan permanentemente a la universidad a repensar sus tradicionales misiones, funciones y responsabilidades.

Situados en el contexto latinoamericano, los movimientos sociales, económicos y políticos dan muestras claras que nuestras sociedades necesitan contar con ciudadanos preparados cultural e intelectualmente, para hacer frente a los desafíos del presente y del futuro, para dirigir sabia y satisfactoriamente sus propios destinos, así como asumir el papel que deben jugar en el desarrollo de sus países. Las universidades, por el rol que ocupan en la sociedad, son las organizaciones mejor preparadas para desempeñar una función clave en el diseño e implementación de estrategias adecuadas para arribar a esta meta. Tienen la misión, y, sobre todo la responsabilidad fundamental de usar sus conocimientos, su tradición y su capacidad de innovación para preparar el futuro de América Latina.

Las universidades han de formar a sus estudiantes, dentro de una perspectiva en la que el aprendizaje sea una tarea vitalicia, para una carrera productiva y para la ciudadanía. Las universidades deben ser cada vez más conscientes de que su misión está en permanente transformación, su visión en constante efervescencia, y que su liderazgo requiere de una nueva sensibilidad hacia los cambios sociales.

Entre los ejes prioritarios para que se dé un cambio en la educación superior y básica, figuran ‹‹una mejor capacitación del personal, la formación basada en las competencias, la mejora y conservación de la calidad de la enseñanza, la investigación y los servicios, la pertinencia de los planes de estudio, las posibilidades de empleo de los diplomados, el establecimiento de acuerdos de cooperación eficaces y la igualdad de acceso a los beneficios que reporta la cooperación internacional››. proclama como misiones de la educación superior y básica, entre otras, ‹‹proporcionar las competencias técnicas adecuadas para contribuir al desarrollo cultural, social y económico de las sociedades››. Respecto a forjar una nueva visión ‹‹el objetivo es facilitar el acceso a la educación general amplia, y también a una educación especializada y para determinadas carreras, a menudo interdisciplinaria, centrada en las competencias y aptitudes, pues ambas preparan a los individuos para vivir en situaciones diversas y poder cambiar de actividad››. Así también sobre métodos educativos innovadores, se recomienda ‹‹proporcionar la adquisición de conocimientos prácticos, competencias y aptitudes para la comunicación, el análisis creativo y crítico, la reflexión independiente y el trabajo en equipo en contextos multiculturales››. Así mismo se propone ‹‹ratificar y aplicar los instrumentos normativos regionales e internacionales relativos al reconocimiento de los estudios, incluidos los que atañen a la homologación de conocimientos, competencias y aptitudes de los diplomados, a fin de permitir a los estudiantes cambiar el curso con más facilidad y aumentar la movilidad dentro de los sistemas nacionales y entre ellos››.

Algunas definiciones sobre el concepto de competencia

La definición del término competencia no es un ejercicio simple. La misma conlleva nociones tales como la concepción del modo de producción y transmisión de conocimientos. La relación educación-sociedad, de la misión y valores del sistema educativo, de las prácticas de la enseñanza y de evaluación de los docentes y las actividades y desempeño de los estudiantes.

Una enunciación amplia del concepto de competencia puede definirla como las capacidades que todo ser humano necesita para resolver, de manera eficaz y autónoma, las situaciones de la vida. Se fundamentan en un saber profundo, no solo saber qué y saber cómo, sino saber ser persona en un mundo complejo, cambiante y competitivo.

Otra definición nos señala que las competencias son "complejas capacidades integradas, en diversos grados, que la educación debe formar en los individuos para que puedan desempeñarse como sujetos responsables en diferentes situaciones y contextos de la vida social y personal, sabiendo ver, hacer, actuar y disfrutar convenientemente, evaluando alternativas, eligiendo las estrategias adecuadas y haciéndose cargo de las decisiones tomadas".

El modelo pedagógico que involucra la formación por competencias propone zanjar las barreras entre la escuela y la vida cotidiana en la familia, el trabajo y la comunidad, estableciendo un hilo conductor entre el conocimiento cotidiano, el académico y el científico. Así, al fusionarlos, plantea la formación integral que abarca conocimientos (capacidad cognoscitiva), habilidades (capacidad sensio-motor), destrezas, actitudes y valores. En otras palabras: saber, saber hacer en la vida y para la vida, saber emprender, sin dejar de lado saber vivir en comunidad y saber trabajar en equipo. Al debilitar las fronteras entre el conocimiento escolar y extraescolar, se reconoce el valor de múltiples fuentes de conocimiento, como la experiencia personal, los aprendizajes previos en los diferentes ámbitos de la vida de cada persona, la imaginación, el arte, la creatividad.

El concepto de competencia, en educación, se presenta como una red conceptual amplia, que hace referencia a una formación integral del ciudadano, por medio de nuevos enfoques, como el aprendizaje significativo, en diversas áreas: cognoscitiva (saber), psicomotora (saber hacer, aptitudes), afectiva (saber ser, actitudes y valores). En este sentido, la competencia no se puede reducir al simple desempeño laboral, tampoco a la sola apropiación de conocimientos para saber hacer, sino que abarca todo un conjunto de capacidades, que se desarrollan a través de procesos que conducen a la persona responsable a ser competente para realizar múltiples acciones (sociales, cognitivas, culturales, afectivas, laborales, productivas), por las cuales proyecta y evidencia su capacidad de resolver un problema dado, dentro de un contexto especifico y cambiante. Así, la formación integral se va desarrollando poco a poco, por niveles de complejidad, en los diferentes tipos de competencia: básicas o fundamentales, genéricas o comunes, específicas o especializadas y laborales. La competencia, al igual que la inteligencia, no es una capacidad innata, sino que, por el contrario, es susceptible de ser desarrollada y construida a partir de las motivaciones internas de cada cual, motivaciones que deberán ser comunicadas al grupo de trabajo. La integración de estas dos áreas conforma la opción de vida, para el desarrollo de las potencialidades de un individuo, en relación con su ambiente, a partir de sus intereses y aspiraciones.

Así mismo, la definición de Competencias, que da Tuning Europa, es la siguiente: las competencias representan una combinación dinámica de conocimiento, comprensión, capacidades y habilidades. Fomentar las competencias es el objeto de los programas educativos. Las competencias se forman en varias unidades del curso y son evaluadas en diferentes etapas. Pueden estar divididas en competencias relacionadas con un área de conocimiento y competencias genéricas. (Tuning America Latina, 2004-2007)

La sistematización del proceso enseñanza-aprendizaje

El futuro no se espera, se construye, el tiempo es nuestro invento más característico, más determinante y también más intimidatorio: que todos los modelos simbólicos según los cuales organizan su vida los hombres en cualquier cultura sean indefectiblemente temporales, que no haya comunidad que no sepa el pasado y que no se proyecte hacia el futuro es quizá el rasgo menos animalesco que hay en nosotros. Un filosofo español exiliado a México, José Gaos, escribió un libro titulado Dos exclusivas del hombre: la mano y el tiempo. La función de la mano, pese a toda su capacidad técnica liberada por el abandono de la marcha cuadrúpeda, me parece menos relevante que la del tiempo. La paronímica temporal es el contrapeso de nuestra conciencia de la muerte inexorable, que nos aísla aterradoramente entre todos los seres vivos. Los animales no necesitan el tiempo, porque no saben que van a morir; nosotros a través del tiempo ampliamos los márgenes de una existencia que conocemos efímera y precedemos nuestro presente de mitos que lo hipotecan o enfatizan y de un más allá que nos consuela. Por vía de la educación no nacemos al mundo sino al tiempo: nos vemos cargados de símbolos y famas pretéritas, de amenazas y esperanzas venideras siempre populosas, entre las que se escurrirá apenas el agobio presente personal. Menciona Juan Delval, "el manejo del tiempo es la fuente de nuestra grandeza y el origen de nuestras miserias, y es un componente esencial de nuestros modelos mentales". La enseñanza está ligada intrínsecamente al tiempo, como transfusión deliberada y socialmente necesaria de una memoria colectivamente elaborada, de una imaginación creadora compartida. No hay aprendizaje que no implique conciencia temporal y que no responda directa o indirectamente a ella, aunque los perfiles culturales de esa conciencia sean enormemente variados. Y el tiempo también confiere la calificación más necesaria a los educadores, lo primero para educar a otros es haber vivido antes que ellos, es decir, no el simple haber vivido en general, sino haber vivido antes el conocimiento que desea trasmitirse. (Savater, 2006)

El acto educativo debe planificarse según un proyecto, mediante una visión clara del camino por recorrer y de acuerdo con objetivos definidos. El sistema educativo debe situarse dentro de los demás sistemas. Los programas educativos deben rebasar el marco de los establecimientos escolares, pues la educación se dirige a la vida concreta y muchos problemas educativos son ininteligibles e inexplicables si no se hace referencia a un sistema más vasto, la falta de una planificación social y económica, limita las posibilidades de una planificación educativa.

Después de un estudio de necesidades y problemas, lo primero que debe hacer el planificador de la educación, es tomar una opción sobre los objetivos de la educación y su metodología, encuadrada dentro del ambiente ecológico. Estos objetivos debidamente ordenados por prioridades y articulados dentro de un conjunto, formaran la llamada política educativa. Establecida una política se buscaran diversas alternativas, estrategias y medios para llevarla a cabo, y se establecerán las formas de implementación y las decisiones para tomar en las diversas situaciones. El precursor de la sistematización escolar fue Skinner. Roger Maget añadió la programación mediante objetivos. Fue Walter Dick quien presento el primer esquema de sistematización del acto educativo.

El educador deberá preguntarse permanentemente sobre los objetivos de la educación, de la escuela, de una determinada facultad, de la función de su cátedra dentro de un programa escolar.

Aportes de una educación basada en competencias para distintos actores

Históricamente, para el diseño de un plan de estudios o para el desarrollo de un curriculum, se parte de la base de la construcción de un estudiante ideal. El problema, al que nos venimos enfrentando en las últimas décadas, radica en la distancia que media entre ese estudiante promedio construido y los estudiantes concretos, entre las expectativas imaginadas o proyectadas y las reales. Efectivamente, hoy podemos comprobar que un gran número de alumnos ingresan a las instituciones educativas, sin haber adquirido las competencias básicas de lectura y escritura de textos complejos, capacidades para el razonamiento lógico matemático, capacidad de análisis y de síntesis, capacidad de argumentación, etc., además de contenidos disciplinares no aprendidos. Los docentes universitarios, en general, consideran las condiciones mencionadas como adquiridas y ejercitadas plenamente en el nivel medio, lo que suele ser causa de numerosas frustraciones en estudiantes y docentes. El reconocimiento de la situación descrita es el primer paso para establecer las estrategias pedagógicas adecuadas, que permitan, tanto actuar sobre los obstáculos del aprendizaje, como principalmente, anticiparlos.

Se deben adoptar estrategias que den cuenta de los problemas en forma integral y la enseñanza basada en competencias lleva esa dirección, al proponer la resolución de situaciones complejas, contextualizadas, en las que interaccionan conocimientos, destrezas, habilidades y normas.

Por otra parte, y en lo referido a las aspiraciones de los estudiantes, las clásicas certezas sobre la inserción de los graduados universitarios se han desmoronados y las posibilidades de "éxito profesional" no están aseguradas de manera lineal, para nadie. (Tuning America Latina, 2004-2007)